MARÍA MONTESSORI
Sofía Cavalletti escribe el siguiente artículo en el boletín Nº 7 del Consejo Internacional de la Catequesis del buen Pastor, en Roma, segundo semestre de 2007: “Materiales Montessori y materiales de la catequesis.”
El encuentro de la Catequesis del Buen Pastor con el pensamiento Montessori creo que sea para nosotras un hecho de gran importancia; nuestro trabajo en efecto está sólidamente basado en la visión montessoriana del “niño nuevo”. Ya María Montessori en su experimento de educación religiosa en Barcelona, se había dado cuenta de cómo ese niño mostraba capacidades “nuevas” también en el aspecto religioso y las resumía con las palabras: “Un sentido gratísimo de alegría y una nueva dignidad” (Ver Libro núm. 4, de la lista al final de este artículo).
Desde los primeros inciertos pasos de la Catequesis del Buen Pastor, observando a los niños, no habríamos podido decir otra cosa que: “María Montessori verdaderamente tenía razón.” El niño nos abrió de inmediato a horizontes desconocidos.
Además es también, a partir de Barcelona, que María Montessori se diera cuenta de la fuerza didáctica de la liturgia y cómo ésta debiera ser parte importante de la catequesis. Ella afirma con fuerza (Ver Libro Núm. 4 de la lista, pág. 12): “He aquí un necesario complemento de la instrucción religiosa para la primera edad: hacer la liturgia accesible a los niños.”
En esto Montessori fue verdaderamente profética. De hecho tal disposición se remonta en ella al año de 1915, cuando Anna Maccheroni, una de sus colaboradoras, tomó parte en el Congreso litúrgico realizado en el Monasterio de Montserrat, en España, del 5 al 15 de julio. Y los estudiosos, hasta hoy, pueden decir que sólo en 1909 “Se puede fijar, si no precisamente el inicio, ciertamente el momento afortunado en el cual el movimiento litúrgico deja de ser una corriente, por así decir, subterránea y de improviso se abre un camino en la superficie, mostrándose visible de golpe y reconocible a los ojos de todos.” 1 (1).
Esto sucedió en el Congreso nacional de las obras católicas ocurrido en Bélgica en aquella fecha. Evidentemente la praxis litúrgica a la cual María Montessori se refiere es la de su tiempo y sufre la preparación litúrgica y teológica de la época.
Se tiene en efecto que llegar al Concilio Vaticano II, con la Constitución sobre “La Sagrada Liturgia” (Sacrosanctum Concilium, la primera constitución promulgada por el Concilio, el 4 de diciembre de 1963), para que la renovación litúrgica adquiriera un dinamismo del cual todavía estamos esperando una plena realización.
La Catequesis del Buen Pastor debe por tanto a María Montessori la disposición que la caracteriza – la visión del niño y la metodología litúrgica – y además se vale todavía hoy de algunos materiales creados por ella:
Material litúrgico
Material para los pequeños: Modelo del altar con su correspondiente nomenclatura, colores litúrgicos, vestiduras del sacerdote. No utilizamos tarjetas con las explicaciones escritas de cada elemento, porque este es un material con el cual trabajan los pequeños que todavía no saben leer. Calendario litúrgico. Las dos formas de material móvil nacieron en la catequesis del Buen Pastor y fueron elaboradas por Gonzaga-Arredi, responsable del material montessoriano, con la aprobación de Mario Montessori. Resaque de geografía de la Tierra de Israel.
Material para los grandes: El Misal. La idea del “Libro abierto” se encuentra en el Libro núm. 3, p. 137 ss. Y fue utilizada por María Montessori para el copiado del Misal , con niños de 10 años en adelante. Nosotros evidentemente lo actualizamos, según la reforma litúrgica de Pablo VI (primera edición típica, 1969).
Sentimos además la necesidad de presentar este material a los niños, a partir de los 8 años, con los cuales se encontraban dificultades. Nacieron así las 4 bases, correspondientes a las 4 partes de la Misa, distinguiéndolas por colores atribuidos a María Montessori, en el cartel que resume la Misa.
En cada una de las bases, en la parte de arriba, están unas palabras que guían al niño a colocar cada una de las partes de las oraciones en el orden correspondiente.
Esa guía fue objeto de muchas tentativas antes de llegar -¡finalmente!- a la forma que tiene hoy, en la cual dicha guía sustituye a la numeración por el revés, indicada por María Montessori. Los niños, con esta guía, aún a partir de los 8 años, leen y releen las oraciones para colocarlas en orden y lo logran con mucha facilidad e interés.
Como saben ustedes también los niños comienzan el copiado del Misal empezando por la Oración o Plegaria Eucarística. Llegamos a esto observando cómo, comenzando por la Liturgia de la Palabra, algunos niños se cansaban en un cierto momento y no llegaban al final. Pensamos entonces que sería ya suficiente con que copiaran la Oración eucarística, porque en ella habrían tenido ya el corazón del mensaje cristiano en su forma litúrgica. Con sorpresa vimos que , haciéndolo así, los niños copiaban todo el Misal, algunos sin rodeos, hasta tres veces, sin que nosotros se lo hubiéramos pedido.
Como saben ustedes, la entrega del Misal al niño que lo ha elaborado todo completo es un momento muy importante en la vida del Atrio. Un material con un ambiente y las dos figuras de la Anunciación (la Virgen y un ángel) se encuentra en el libro núm. 2, pág. 9, pero es un pequeño modelo para ilustrar el primer misterio gozoso del rosario. No se puede por tanto relacionar con el diorama de los acontecimientos de Navidad, desarrollados en la catequesis del Buen Pastor.
Para la presentación de la historia bíblica nos hemos valido de dos materiales montessorianos: la llamada “fettuccia” (cinta) y “la tira de las civilizaciones” o de los pueblos, adaptándolos a la visión de nuestro tiempo y de la historia en la Biblia.
Para nosotros, la materia que conocemos como historia está constituida por eventos ya realizados y de algún modo documentados, de manera que podamos relatarlos. En la visión bíblica, en cambio, habiendo llegado al día de hoy, se pasa y se sigue hacia el futuro, proyectándose hacia un momento no preciso, que llamamos “parusía”.
Este término significa “manifestación”, e indica que el acontecimiento escatológico, hacia el cual se orienta – aunque desde puntos de vista distintos – la esperanza de los hebreos y de los cristianos. Aquel acontecimiento es la venida del Mesías que, para los cristianos, ya vino en la persona de Jesús, está viniendo de modo misterioso en la historia y vendrá cuando la historia haya alcanzado su cumplimiento, aquello que Pablo llama “el fin” (I Cor. 15,24). Hacia aquel momento se proyecta nuestra oración, porque se nos ha enseñado a decir: “Venga tu reino”. La espera mesiánica penetra, se puede decir, todas las páginas de la Biblia y, aún el día de hoy, también los hebreos oran diciendo: “Que el Mesías venga pronto, a nuestros días”.
Dicha tensión común hacia la escatología es un dinamismo, que – aún el día de hoy – une a hebreos y cristianos.
Esta dimensión falta evidentemente en las presentaciones de María Montessori sobre la historia.
Esa dimensión debe verse a la luz de cómo el pueblo de Israel vive el tiempo y por lo tanto la historia. De hecho parece que no tanto las divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro, sean lo más importante para Israel sino, sobre todo, lo que San Agustín llama “el hilo de oro” de la historia, esto es, el nexo que une los eventos unos con otros. Para el pueblo de Israel existe un plan de Dios que une los acontecimientos entre ellos conforme se van realizando en la historia. En la Biblia, el intenso conocimiento de la presencia de Dios en la historia confiere a ésta una unidad: Dios es UNO (Dt. 6,4); UNA esta historia, UNO el Libro que la narra. La historia puede ser comprendida y vivida sólo a la luz del riguroso monoteísmo de Israel.
Se trata evidentemente de un aspecto de primera importancia en la tradición hebreo-cristiana, y por tanto no puede faltar en la catequesis.
La visión bíblica de la historia, en la cual la presencia continua de Dios en el tiempo, presencia que la guía hacia su meta, con la colaboración de la criatura humana, ilumina el tiempo y los acontecimientos. La historia no es un subseguirse de acontecimientos carentes de alguna conexión entre ellos; sabemos que éstos – a pesar de contradicciones y algunas veces las involuciones o retrocesos en el desarrollo de la historia – están unidos por ese tender hacia un momento en el cual “Dios será todo en todo”, en el cual también “el último enemigo, la muerte, será vencida”. En la historia, será el Bien el que venza, la Luz será más fuerte que las tinieblas.
Es éste un mensaje de esperanza y en esas presentaciones de la historia hemos podido observar en el niño – de 6 a 12 años – manifestaciones de aquella misma alegría especial, que los niños expresan ante la parábola del Buen Pastor. Los niños de esa edad parecen recogerse en un silencio encantado, acompañado del deseo de prolongar esa experiencia, no por saber más, sino para poderla gozar hasta el fondo. El adulto que pueda ser espectador de semejantes fenómenos tiene la emoción de asistir a la maravillosa obra de la persona que se viene construyendo.
Son aquellas manifestaciones que suceden cuando se impacta una exigencia vital propia de esa edad. Recordemos que es alrededor de los 7 u 8 años cuando se aclara en el niño la noción del tiempo. Esa nueva capacidad lo hace particularmente sensible al mensaje bíblico de la historia.
Les aconsejo leer, respecto a esto, la página 83 del libro “La autoeducación”, de María Montessori (libro en italiano, de editorial Garzanti, l970), en la cual nos habla ella de lo que llama “polarización de la atención”, que cito aquí en parte, en seguida: son momentos en los cuales “el niño comienza a transformarse completamente, a hacerse más calmado, casi más inteligente y su capacidad de atención crece, se expande; mostraba cualidades interiores extraordinarias que recordaban fenómenos de conciencia más altos, como los de la conversión”.
Agregamos aquí que la visión positiva de la historia puede llegar a iluminar también el significado de la vida personal. Leamos lo que relata una catequista de Australia: “Estaba presentando la tira de la unidad de la historia, y discutíamos sobre el concepto global del plan de Dios y sobre nuestro lugar en el plan, cuando F. (un niño de 8 años) tuvo un momento de iluminación, se detuvo, pareció mirar lleno de ánimo y dijo: “¡¿Quiere decir que esto pertenece al significado de toda la vida?!” (Texto en ingles: “I was presenting the blue Unity strip and we were having a discussion about the whole concept of God’s plan and our place in it when F. had a moment of clarity, he stopped, looked animated and said: “¡¿You mean this is about the whole meaning of life?!”).
De la visión más o menos objetiva de la historia, el niño llegó a otra dimensión del tiempo: la de una vida.
Grande es la gratitud de nosotras, catequistas del Buen Pastor, por María Montessori, ciertamente también por los materiales que heredamos de ella, pero más grande es nuestra deuda con ella por habernos abierto los ojos ante los amplios horizontes del “niño nuevo”.
Libros de la Doctora Montessori sobre la educación religiosa:
The Child in the Church, ed. Mortimer Standing London and Edimbourg, Sands, 1930. Contiene también escritos sobre la “nueva” maestra, períodos sensibles, etc.
The Child in the Church, Ed. Mortimer Standing, Catechetical Guiad, St. Paul, Minnesota, 1965. Además de los escritos de la Dra. Montessori sobre el atrio, la Misa, etc. Contiene escritos de Mother Isabel Eugenie R.A., de Standing, de Michel Lanternier y de Sofia Cavalletti.
L’Education religieuse, la vie en Jesús-Christ, traducido por G.A.M. Bernard, Desclée de Brouwer, 1956. Contiene materiales sobre la Misa y el calendario litúrgico.
I bambini viventi nella Chiesa, la vita in Cristo, la Santa Messa. Garzanti Edición del Centenario, 1970. Contiene la experiencia de Barcelona, el calendario litúrgico y la Misa.
“… el Niño, guiado por un maestro interior, trabaja infatigablemente con alegría para construir al hombre. Nosotros, educadores, solo podemos ayudar… Así daremos testimonio del nacimiento del Hombre nuevo”.
- 1870 – María Montessori nace el 31 de agosto en Chiaravalle, Italia. Sus padres fueron Alessandro Montessori y Renilde Stoppani. Alessandro era militar del partido liberal y había luchado por la independencia de Italia. En su niñez , María se destacó por tener un carácter fuerte y un sentimiento de dignidad personal; fue líder entre sus compañeros
- 1882 – Su familia se muda a Roma para que María tuviera una mejor educación.
- 1884 – María se inscribe en la Escuela Técnica de Ingeniería a pesar de la oposición de sus padres, que querían que estudiara para maestra (carrera destinada a las mujeres de su época). Su madre, culta y abierta, la apoya en sus decisiones, mientras que su padre era exigente y autoritario. Después de un año, María cambió de opinión y entró a la escuela de Medicina a pesar de que su padre no estuvo de acuerdo.
- 1896 – Terminó la carrera, siendo la primera mujer italiana que obtenía el título de Doctora en Medicina y Cirugía. El 10 de julio de ese año se proclama la igualdad de derechos de la mujer con respecto al hombre en el Congreso de Berlín sobre los Derechos de la Mujer.
- 1896 a 1898 – Terminó la Especialización de Enfermedades nerviosas y mentales durante la cual tuvo contacto con niños con problemas mentales y le impresionó el abandono en el que se encontraban. Habiendo estudiado serios trabajos de los médicos Itard y Seguin ,sobre personas con problemas mentales, trabaja con especial dedicación y respeto con niños con esta condición.
- 1898 – Nace su único hijo, Mario Montessori. En este mismo año los niños con los que María había trabajado presentan un examen junto con niños normales para comparar el nivel de inteligencia de ambos y para sorpresa de María, sus niños obtuvieron mejores resultados que los normales.
- 1898 – La doctora Montessori asistió al Congreso de maestras de escuela elemental de Turín, donde afirma que el niño con retraso mental debe tratarse más a través de un acercamiento pedagógico que uno médico, presentando los resultados de su trabajo. Es nombrada Directora del Instituto Otofrénico.
- 1898 a 1906 – Sigue impartiendo conferencias sobre educación. Descubre y afirma que es más importante un acercamiento pedagógico que médico en los niños con retraso mental.
- 1900 – Labora como profesora de Higiene y Antropología en el Real Colegio Femenino de Entrenamiento de Maestros en Roma. 1900 a 1907 – Además de su práctica médica y sus conferencias es muy activa en reformas sociales. Durante estos años escribe la “Antropología Pedagógica”.
- 1904 – Encuentra estrecha relación entre la Medicina y la Antropología. Es profesora de la facultad de Antropología en Roma. Estudia Filosofía y Psicología en la Universidad.
- 1906 – Entre 1900 y 1912 hay una explosión en la construcción en Roma, pero en 1904 la recesión obligó a un paro en esta actividad. En este año aparece una visión social más amplia y se inicia la ayuda a la gente sin recursos. Una Comisión se dedica a reconstruir edificios abandonados; su director Eduardo Tálamo invita a María Montessori a hacerse cargo de las escuelas de estos edificios. Ella se dedica entonces a trabajar con niños de 3 a 6 años de edad, provenientes de familias en las que padre y madre, la mayoría analfabetos, trabajan fuera de su casa. Comienza sin muebles, ni materiales apropiados. Tomó algunos materiales elaborados por los médicos Itard y Seguín, y conoció a los niños, especialmente a través de la observación. Fue así como surgió la Casa dei Bambini, en el barrio San Lorenzo en Roma. Durante este tiempo, el trabajo con niños no era muy apreciado, pero María Montessori persistió y dotó su Casa dei Bambini con un ambiente preparado. Un tiempo más tarde, personalidades de todo el mundo fueron a observar a los niños en San Lorenzo, hablaban de “niños convertidos”. Pronto se abrieron otras Casas de los Niños.
- 1908 – Se abre otra Casa de los Niños para hijos de trabajadores de nivel económico bajo y otra en el Barrio Colonnia para niños de clase económica acomodada.
- 1909 – Publica su libro: “El Método de la Pedagogía Científica”.
- 1912 – Se funda la primera escuela Montessori en los Estados Unidos , con la intervención de Alexander Graham Bell.
- 1913 – Primer curso a nivel internacional de guías Montessori en Roma. Se funda la Asociación Montessori en Estados Unidos.
- 1914 – Comienza el trabajo con su método en la escuela elemental y en la educación religiosa.
- 1915 – Congreso Eucarístico en Barcelona. María habló de pedagogía litúrgica ( mistagogía).
- En la Casa de los Niños descubre que el niño tiene una necesidad religiosa. También da cursos en California. Presenta en la Feria Mundial de San Francisco un aula Montessori y se le otorgan las dos únicas medallas de oro que se otorgaban en aquel tiempo.
- 1916 – Divide su tiempo entre los Estados Unidos y Barcelona, donde establece su residencia. Vive en Barcelona, tiene sus primeras experiencias en educación religiosa. Prevé en la escuela un lugar para la educación religiosa: Atrium o ATRIO. Encuentra el fin de su método: descubre en el niño religioso un “sentido gratísimo de alegría” y una “ nueva dignidad”.
- Dicta conferencias sobre educación y su método en la Universidad de Columbia en Nueva York y en 1917 en Texas. Se publican sus libros “La Autoeducación en la Escuela Elemental” y “El Niño viviente en la Iglesia”.
- 1918 – En Holanda la recibe la Reina y se implanta su método Montessori en todas las escuelas de este país.
- 1919 – Primer curso internacional en Inglaterra.
- 1920 – Dictó cursos en Austria, Alemania, Holanda e Inglaterra.
- 1921 – Imparte cursos en Nápoles, Italia.
- 1922 – Se publica “El Niño en Familia”, un manual sobre Pedagogía Científica.
- 1923 – Recibe la distinción Doctor Honoris Causa en Durham, Inglaterra. Los señores Clarmont, una pareja muy interesada en su método, convencen a María de abrir un curso de entrenamiento que se extiende de 1919 a 1939 en Londres. Se mudan luego a Estados Unidos y abren cursos de entrenamiento internacional en Atlanta y Los Ángeles.
- 1926 – Visita Argentina.
- 1929 – Tiene lugar el Primer Congreso Internacional en Dinamarca, durante el cual se funda la Asociación Montessori Internacional (AMI) cuya sede está en Holanda.
- 1930 – Imparte otro curso para guías Montessori en Roma.
- 1936 – María Montessori se establece en Holanda, al tener que salir de España por la Guerra Civil.
- 1938 – Es invitada a dar un curso en la India por la Sociedad Teosófica. Se publica “El Niño, el secreto de la Infancia”, que contiene sus obras e ideas sobre la educación del niño de 0 a 6 años.
- 1939 – Se cierra el Curso en Londres por la Guerra, y la doctora Montessori da un curso en la India. Comienza a realizar su trabajo a nivel de Escuela Media en Amsterdam.
- 1940 – Se abren en Los Ángeles y Atlanta cursos de Entrenamiento Montessori Internacional. Italia entra a la Segunda Guerra Mundial. María queda confinada en la Sociedad Teosófica, y su hijo Mario internado en el Campo para Civiles. Al no poder salir de India, da cursos y desarrolla propuestas de educación para niños de 6 a 12 años.
- 1946 – Regresa a Italia, da un curso en Londres y se publica el libro “La Educación, un Mundo Nuevo”.
- 1947 – Imparte en Madrass, India, otro curso y establece la Universidad Montessori, que por problemas políticos no llegó a funcionar.
- 1948 – Publica sus obras “Cómo Educar el Potencial Humano”, “De la Infancia a la Adolescencia” y “La Santa Misa explicada a los Niños”.
- 1949 – Imparte un primer curso en Karachi, Pakistán. Se realiza el décimo Congreso Internacional Montessori en San Remo, Italia. En este mismo año fue propuesta como candidata para el premio Nobel de Paz ( también en 1950 y 1951) y recibió votos de todas partes del mundo. La llamaban “la ciudadana del mundo”
- 1950 – Publica sus libros “La Mente Absorbente del Niño” y “Educación y Paz” con la esperanza de que con la verdadera educación se logre la paz mundial y se transforme el mundo.
- 1951 – Participa en el Congreso Internacional Montessori en Londres, su último compromiso público.
- 1952 – El 6 de Mayo, María Montessori fallece en Noordwijk, Holanda. Hoy día, muchas de las obras de María Montessori están teniendo reconocimiento por su aporte a los estudios sobre el niño. “Cuando se pusieron esos niños a mi cuidado, sentí que iniciaba algo muy grande: encontré el tesoro escondido en el alma infantil”.